A ellos les
gustaba jugar en el patio trasero de la casa de Silvia, hacían túneles y castillos
hermosos en la arena.
Pablo y
Silvia tenían un secreto: de vez en cuando conversaban con dos amigos invisibles,
dos jóvenes.
Estos
amigos eran invisibles a los demás pero no para Pablo y Silvia, con quienes conversaron alegremente.
Un día
Pablo se acosto a dormir y poco después, sintió que estaba pasando, y pasando por
el techo flotaba como un globo.
Miró hacia
abajo y vio su cuerpo en la cama.
Pensó:
"¡Hey! ¿Cómo puedo estar aquí y allí en la cama? "
Pablo
quería estar con Sylvia en ese momento.
Cuando se dio cuenta vio a Silvia que también dormía en su cama.
Pablo la
cogió por la mano y lo mismo ocurrió: Silvia se levantó, atravesó el techo,
también flotando como un globo, y pronto los dos se fueron volando juntos,
mientras que sus cuerpos yacían en las camas.
Pero no
estaban solos. Los amigos invisibles estaban con ellos y los llevaron a visitar un
lugar con bellos jardines, donde jugaron mucho. En un momento dado, la niña
mostró las estrellas que brillaban en el cielo y dijo:
- Dios creó
a este y otros mundos. Dios está en todos estos mundos y dentro de
cada uno de nosotros.
Los chicos pensaron que era extraño que Dios está dentro de nosotros, pero ellos sabían
que los amigos nunca mentian. Dijeron más:
- Cada uno
de nosotros nació para ser bueno y ayudar al mundo en que vives.
Sólo Dios ha
dejado a cada uno elegir la forma de ayudar. Pero una cosa que siempre sucede: si hago lo bueno,
atraigo a los buenos amigos que te protegen.
- Son
amigos invisibles como tú? Pablo le pidió.
- Sí,
porque son espíritus sin cuerpo como el tuyo.
- ¿Y quién
no quiere ser bueno? -Preguntó Sylvia.
- Estos
atraen a los espíritus que son amables y no atraen problema alguno.
Los niños
escucharon con atención y le gustaría seguir hablando, pero nos dijeron que era
hora de volver. En joven amigo ha dicho:
- Cuando
ustedes se despierten recordaran nuestro encuentro como un buen sueño. Se sentirán tranquilos y felices. Recuerden que no deben pelear ni ofender a nadie para que
podamos seguir juntos.
Todos se abrazaron con amor. Los niños regresaron a sus habitaciones y poco se acordaron después. Ellos estaban felices recordando, como en un sueño, dieron un hermoso paseo
con sus amigos invisibles.
(Inspirado en la trama del libro "La revelación del secreto" de Elizabeth Kübler-Ross, ed. de grabación.)
Fuente: http://evangelizacao-infantil.blogspot.com Blog de Simone Anastácio BH, MG, Brasil Evangelizadora del Grupo de Fraternidad Espírita Irmã Scheilla (Centro Oriente) en Belo Horizonte
Fuente: http://evangelizacao-infantil.blogspot.com Blog de Simone Anastácio BH, MG, Brasil Evangelizadora del Grupo de Fraternidad Espírita Irmã Scheilla (Centro Oriente) en Belo Horizonte