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sábado, 11 de agosto de 2012

LA REENCARNACIÓN DE TIMBOLÁN

De Maria Rodrigues do Amaral.
Traduce: Maria Renee San Martín.


Desencarnó el pequeño
con nueve años no más,
dejando mucha soledad
en los corazones de sus padres.



Timbolán desencarnado
con Jesús se fue a encontrar
y muy desconcertado
comenzó a explicar:


 Yo fui un niño tonto
muy travieso y perverso,
maltraté a mi mamá querida
y a muchos allí, por cierto.



Estoy muy  arrepentido
de todo el mal que yo hice
yo podría reencarnar
¿Y volver a ser feliz?


Claro que sí, Timbolán,
es así que se hace
tus papás allá te esperan
con mucha esperanza y paz.


Volver a reencarnar
sábelo  que puede ser,
pero antes tú  necesitas
ir a la escuela y aprender .


 En la espiritualidad
también se estudia para valer,
basta tener buena voluntad
y querer saber mucho.


Para la  alegría general
Renacía Timbolán
Que prometió a Jesús
Ser un hijo justo y bueno.


Volvió el niño a la carne
era un lindo niño
que nada tenía de malo.


Siempre que iba a la escuela
sabía bien la lección,
buenas notas él tenía
y con mucha distinción.



Atento con los compañeritos
y con los viejitos también,
su ángel de la guarda sonería
pues todo le salía bien.



Y fue creciendo el niño
siempre pensando en el bien
consolidando su carácter
en aquello que le convenía




Se volvió un joven sano
Y religioso también,
se hizo un profesional en la Universidad
del amor que enseña el bien.


De su papá siempre escuchaba
El  Evangelio redentor
las lecciones que enseñaban
como vivir con amor.



Que diferencia existe hoy
Del Timbolán de otras épocas
cuando él era maldoso
y actuaba como fiera.


 Por eso se volvió perverso
por causa  de la rebeldía
y sufrió su propio desengaño
con el efecto que merecía.


Hoy muy transformado
con mucho esfuerzo y trabajo,
es verdadero cristiano
con la caridad de su lado.



No se descuidaba de hacer oraciones
y vigilar también,
su prójimo eran los hermanos
que necesitaban del bien.



Tentaciones le asediaban
una tras otra en su camino
pero Timbolán las recusaba
con comprensión y cariño.



Algunos decían: ¡Falta a clases
ven a fumar, no hagas nada!
Hace mucho decía Timbolán
No voy  a perjudicarme.



En las horas que no estudiaba
aprende una profesión
para saber cuanto cuesta
ganar  su propio pan.



Y así  como en todo,
lo que dice y en lo que hace,
se volvió un bello joven
con equilibrio y paz. Felicidad para él
de ser tierno hijo y alumno
del buen Dios, el Creador
y de Jesús, Maestro del Mundo.

FIN


Fuente: http://www.pequenosespiritas.divulgacion.org/

También puedes complementar este tema leyendo LA REENCARNACIÓN DE TEKA, disponible en la CUENTOTEKA.  Click aquí: http://cuentotekaespiritainfantil.blogspot.com/2012/08/la-reencarnacion-de-teka.html

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